¿Qué es, por un lado, lo más bonito de esta profesión y, por otro, lo más duro?
Lo más bonito es poder ser quien tú decidas porque puedes ser muchas personas en una. Lo más duro es la sensación de no tener el trabajo bien hecho. Una o dos veces a la semana tienes esa sensación. Una vez hecha la secuencia, hay un corte para comer y le vas dando vueltas en tu mente a la secuencia. Piensas que podrías haber hecho algo mejor.
¿Qué recuerdo se lleva de “Los hombres de Paco”?
El mejor del mundo, hasta ahora.
¿Desde siempre quiso ser actriz?
No. Me surgió a los 17 años porque la compañía de teatro “La Cubana” necesitaba gente y un amigo me dijo que tenía que ir a ver al director. Él creía que yo podría encajar bien en ese grupo de teatro. Me instalé en “La Cubana” y ya vino todo rodado. Me gustaba el hecho de hacer personajes y el director también estaba contento con mi trabajo.
¿Cómo compaginas su día a día con los rodajes?
Los rodajes son muy fluidos y se compagina bastante bien. No vamos todos los días a grabar. No es una sit-com. Me vienen a recoger a las 7:30 pero solo grabo la primera secuencia del día y a eso de las 11:30 he terminado. Nunca se graba los fines de semana. No es tan estresante como parece. Los rodajes son de lunes a viernes. Alguna vez sí nos hemos tenido que quedar grabando hasta más tarde pero por algún imprevisto.
¿Te gusta, hasta ahora, el guión que estás siguiendo El Barco?
Me gusta mucho el guión que está siguiendo ‘Salomé’. Tiene muchas subidas y bajadas. Lo mío no es una cosa continua. De la juventud no me disgusta pero quizá hay demasiada trama amorosa. Me gusta más el misterio en esta serie. Al final se ve todo lo mismo. Un poco está bien pero no tantas tramas amorosas.
Imagino que hay algunas tomas más difíciles, como la tormenta que hubo en uno de los capítulos. ¿Cómo son esos rodajes?
Suponen mucha más concentración. El ‘chip’ lo cambias. Se tiene que grabar sí o sí. Si tienes miedo, te aguantas. En ese capítulo de la tormenta no nos podíamos permitir que se cayera la secuencia, teníamos que grabar en el tiempo estimado. Esos rodajes son muy, muy agotadores.
¿Animarías a la gente que le gusta la ficción a trabajar en esto?
Hay un punto donde la gente se equivoca. Animaría a que, a la gente que no es válida, se lo dijeran con tiempo. Se nota mucho cuando te traen a una persona que no es actor. Eso hace que tengas que tirar de ellos. Ser actor es una profesión que va más allá. No por salir en la tele hay que ser actriz. Para mí ser actor no es salir en la tele. Para mí ser actriz es que el director me diga que mi trabajo está bien hecho. Yo creo que mucha gente quiere ser actor o actriz porque programas como “Operación Triunfo” o “Gran Hermano” han hecho mucho daño. Mi meta no es ser famosa, ni ir a Hollywood, ni recibir un Goya. Hay gente que quiere ser actriz pero luego no vale y viceversa. Mi profesión no es la mejor del mundo. La juventud sale en la tele y ‘¡qué guay!’. Hay muchos que vienen con humos pero no nos ayudan.
¿No es admirable cómo trabajan los personajes de ‘Valeria’ (Patricia Arbues) y de ‘Burbuja’ (Iván Massagué)?
El personaje de “Valeria” es admirable, sí. Su madre le ayuda mucho con los guiones. Es maravilloso cómo trabaja. De “Burbuja” yo dije: “Vais a amar a Burbuja”.
¿Te pareces en algo a ‘Salomé’?
Tiene algo de ella cuando se enfada pero me gustaría tener de ella la templanza porque piensa más y yo me enfado y no pienso. Es un ejercicio que tengo que hacer todos los días.
¿Por qué cree que “El Barco” está teniendo tanto éxito?
Por el equipo, por las ganas desde el primer día de todos, por los guiones, por cómo está rodada (la novedad de una serie con un barco) y por los personajes. El casting está muy bien hecho.
¿Con qué proyecto se queda de los que ha hecho hasta ahora?
Quizá con “Los Hombres de Paco” porque había gente más de mi edad. Me marcó mucho decir no al personaje de ‘Rita’ (que al final muere) y al principio me costó querer a ‘Salomé’ porque fue un cambio muy grande con respecto a ‘Rita’. Pero cuando me pongo los zuecos de ‘Salomé’, ya soy ella. Me está gustando mucho ‘Salomé’ pero de momento me quedo con ‘Rita’.
¿Cómo se gestiona la fama en estos casos?
Un día estas arriba y al día siguiente no tienes nada. Yo soy tan feliz de no haber sido nunca una protagonista… Hay gente que se cansa de su personaje o de la serie pero yo nunca me cansaré. Tampoco me afecta si mañana no tengo ningún papel.
¿Dónde estás más a gusto, en cine o en ficción?
Televisión, cine y teatro; en ese orden, pero me quedo con la serie. En cuanto al cine, trabajar con Almodóvar en “Volver” fue maravilloso, fue un golpe de suerte. Después de eso ya no necesito más. Igual que con Penélope Cruz, que es una magnífica compañera.
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